
El Benfica ha tomado una decisión crucial tras un complicado inicio de temporada, en el que sumó solo siete puntos en cuatro jornadas y ocupaba un decepcionante séptimo lugar en la tabla. El empate 1-1 ante el Moreirense fue el detonante que provocó la destitución de Roger Schmidt, quien había logrado grandes éxitos en su primera etapa, pero no pudo replicar los mismos resultados en esta campaña.
La dirección deportiva del club se movió rápidamente en busca de un sustituto. Entre los nombres que se barajaron estuvo Massimiliano Allegri, reconocido por su exitoso paso por la Juventus y su experiencia en grandes clubes europeos. Sin embargo, las negociaciones con el entrenador italiano no fructificaron. A pesar de su prestigio, el Benfica decidió no apostar por Allegri y prefirió mirar hacia un rostro familiar: Bruno Lage.
Un técnico que siempre ha funcionado bien 72613v
Lage, quien ya dirigió al Benfica en 2019, regresa tras experiencias en el Wolverhampton y el Botafogo. Aunque su paso por estos equipos no estuvo exento de desafíos, el club lisboeta confía en que su conocimiento del equipo y su enfoque táctico sean clave para revertir la situación actual.
Con esta decisión, el Benfica prioriza la cercanía de Bruno Lage con la institución sobre el renombre de Allegri, buscando recuperar la estabilidad que el equipo necesita para competir por los títulos esta temporada. También ha pesado en la decisión que Bruno conoce la competición portuguesa y el técnico italiano no, por lo que puede adaptarse muchísimo más rapido.